posta real

Fotografo de Bodas en el Restaurante La Posta Real, en Madrid. Reportajes de fotografía de bodas en La Posta Real.

Fotografo de Bodas en Madrid

Jose Luis y Raquel – 23 de abril de 2010

Jose Luis y Raquel


Sobre las seis de la tarde llegamos a la Basílica de Atocha, allí estaba Jose Luis, muy elegante con su traje oscuro y sobre todo muy sonriente. Estaba contento y tranquilo, junto al estaban sus padres y su hermano pequeño. Después de hacer las foto de rigor, esa que quedará siempre expuesta en el salón de la madrina, Jose Luis siguió saludando al los invitados, que poco a poco subían la escalera para acercarse a la puerta. Besos, abrazos, palmadas en la espalda… y Jose Luis tranquilo aunque comentaba que según se acercaba la hora, una cosilla ya le comenzaba a correr por dentro… de repente una llamada de teléfono confirmo que Raquel estaba a punto de llegar… así que todos para dentro de la basílica… Nos acercamos hasta la puerta y en menos de un minuto sonó un claxon, con un cierto aire retro, y un Taxi Londinense comenzó a bajar la calle, que por cierto, el padrino era quien lo conducía. En este clásico llego Raquel acompañada de se mama.

Raquel bajo del coche con una estupenda sonrisa, tomo el brazo de su Padrino y con total decisión entre en el Patio de la Basílica. Poco a poco y con mucho cuidado fue subiendo las escaleras que por cierto no son pocas…

Justo cuando Raquel atravesó la puerta comenzó a sonar el órgano, Raquel respiró, miro al padrino y se dirigió hacía el altar… Allí estaba Jose Luis con la Madrina, con ese gesto muy suyo, medio sonriendo, medio serio, eso si, con un brillito en la mirada que … ese brillo que delata emociones y que no podemos controlar, aunque no era el único, ya que a Raquel también le brillaban y mucho… Cuando llego al altar Jose Luis saludo al padrino y Raquel le planto dos pedazo de besos a la madrina que no veas, pero el momento estrella fue cuando nuestros chicos se besaron, bueno lo dejo aquí porque me lío y no puede ser…

La ceremonia comenzó con todo el mundo muy atento, y no solo por el momento tan importante que es el que dos personas se casen, sino porque el párroco es primo de Jose Luis. Como os podéis imaginar casi todos los invitados le conocen y sabían que la ceremonia, no iba a ser un mero tramite, sino que habría mucho sentimiento… sobre todo en los consejos que dirigió a los novios durante la omilia…

Llego el momento de los si quiero, los anillos, y las arras, nuestros chicos en esos momentos derrocharon, simpatía, naturalidad y sobre todo un buen rollo, que inundo por completo la basílica, un buen rollo que impregno a todos los invitados, y que … pues eso, que después de este momento nadie podía borrar la sonrisa de sus rostros…

Después de las firmas, ya sabéis el arroz, el confeti, besos, abrazos y como no la foto de toda la boda, que siempre que vamos a la Basílica de Atocha la hacemos, aprovechando que todos los invitados estaban súper contentos para una de las mejores fotos de grupo que hemos hecho hasta la fecha…

Salimos corriendo hacia la Puerta de Alcalá, para hacer el posado, fue un rato muy divertido, ya que Raquel desplegó toda su magia para hacer ese momento irrepetible a Jose Luis… la verdad estuvo súper chulo… y ya sabéis esto de las bodas siempre son carreras contra reloj así que corriendo hacia La Posta Real. Durante el viaje notamos como un coche clásico levanta la curiosidad de todos los transeuntes, conductores, … todo el mundo no lo puede evitar y todo el mundo lo mira pensando, «Yo quiero uno igual»… Por cierto el coche es del Padrino… que es primo de Raquel, que aprovecho la ocasión para enviarle un montón de gracias por ayudarnos tanto en este jaleo de a las fotillos…

LLegamos a La Posta y aprovechando los últimos rayos de sol realizamos las últimas fotos del reportaje de nuestros chicos. Mientras estábamos en estos menesteres poco a poco llegaban los invitados y el cocktail comenzó a servirse… que por cierto aprovechando la buena tarde que hacía se sirvió al aire libre en una de las estupendas terrazas que tiene La Posta

Nuestros chicos se unieron enseguida a las cervecitas, refrescos y tapitas, y todos los invitados se acercaban a saludarles, mientras nosotros aprovechamos para hacer un montón de fotos de grupos, ah se me olvidaba que también nos lo pasamos muy bien con los amigos de Jose Luis y Raquel. Que son todos más majetes de los billetes de 100 euros… no pararon de gastar bromas y contar cosas súper graciosas…

Llego el momento de entrar a cenar y poco a poco los invitados pasaron a disfrutar de una estupendo menú.

Y claro después de la cena que viene, pues el baile, y nuestros chicos habían preparado al especial, una canción súper chula que les trae un montón de buenos recuerdos… y claro justo después todos a bailar, bailar y mas bailar, que por cierto no veas que marcha había, …

Pero Raquel, estaba dispuesta a volver a sorprender a Jose Luis y valla que si lo consiguió, ya que pasado un ratito del baile, de repente comenzó a sonar una canción de Elvis Crespo con el título de Suavemente, y Raquel entro con un espectacular vestido azul (que le sentaba genial), Jose Luis se quedo con los ojos muy abierta y un «Pero que guapa estas» se le escapó sin control alguno, la engancho por la cintura… y se arrancaron a bailar… en medio de un espectacular aplauso de todos los invitados…

Alberto y Vanesa – 19 de septiembre de 2009

Alberto y Vanessa


Cuando llegamos a la casa de Vanesa nos abrió la puerta el papa de ella. Estaba muy tranquilo pero se le notaba un poco emoción, os preguntares en que lo notamos, bueno os daré una pista, como bien dice el dicho, los ojos son el espejo del alma…

Vanesa tiene la suerte de tener una hermana que sabe un montón de belleza y que cuando nosotros llegamos estaba terminando los últimos retoques del maquillaje.

Vanesa pronto salió a recibirnos estaba realmente muy guapa. Después de saludarnos y comentar las últimas cosas, nos pusimos manos a la obra, empezamos a hacer las fotos divertidas, los fondos para el álbum digital, los primero planos de Vanesa,…

La mama de Vanesa estaba todo el rato pendiente de nosotros, ayudándonos en todo, cada vez que nos hacía falta algo, ya lo tenía ella en la mano.

Enseguida, Vanesa paso a la habitación, para vestirse ya de novia. Mientras llegaba a la casa el abuelo de Vanesa, menudo personaje.

Cuando llegó Vanesa al salón, lo primero que hizo, fue acercarse a su abuelo y plantarle dos besos que hicieron saltar las lágrimas a todos los que estaban allí.

Y nosotros como siempre con prisas, hubiera sido estupendo que este buen rato durará un poco más, pero como siempre pasa el reloj no perdona y teníamos que seguir trabajando.

Después de hacer las fotos de familia, esas que siempre vemos de navidad en navidad, nos escapamos hacia el Cerro de los Ángeles, sin perder ni un minuto.

Allí estaba Alberto junto a su madre y su hermana. Nos recibió con una sonrisa y un apretón de manos increíble, emanaba energía positiva, estaba realmente muy contento. El papa de Alberto no se encontraba con ellos, porque tenía la difícil misión de recoger a la novia en su casa.

La verdad Vanesa no hizo esperar ni un minuto, llego súper puntual.

Alberto la esperó en el altar de la Basílica y no dejo de mirarla mientras bajaba la escalera. Mientras que llegaba al altar Vanesa solo pudo escuchar lo guapa que estaba. Era un comentario general que Alberto se lo confirmó al oído después de un beso en la mejilla.

La ceremonia fue muy sencilla, pero sin embargo fue muy especial, ya que tuvo unos ingredientes secretos, nuestros chicos no pararon de sonreír ni un segundo. Sus manos estuvieron todo el rato unidas y las miradas…

Después de la ceremonia, ya sabéis el arroz, y menudo arroz. Les cayó de todo a nuestros chicos. Y después de miles de besos, abrazos y los mejores deseos pudimos hacer la foto de toda la boda.

Las fotos del reportaje las hicimos en el mismo Cerro. Fue un rato muy divertido por que Alberto no paro de bromear. Así que con los deberes hechos nos escapamos corriendo hacia la Posta Real, para intentar llegar a la vez que los invitados.

El cocktail comenzó con los acordes de un coro rociero, que hizo las delicias de los presentes. Incluso hasta alguno se marco unas sevillanas.

La cena estuvo plagada de sorpresas y como colofón la discoteca, en la que los invitados no pararon de bailar hasta el amanecer…


Alberto y Vanesa, quieren compartir con vosotros el resumen del video de su boda… esperan que os guste tanto como a ellos.