Bautizo de Paula – 26 de septiembre de 2009

Bautizo Paula


Sobre las doce llegamos a la iglesia de Rivas. La plaza estaba bastante tranquila, ya que aún no había llegado ningún invitado, pero esta calma se iba convirtiendo en murmullo poco a poco, según llegaban los invitados, no solo de nuestro bautizo sino de los otros seis que se iban a celebrar.

Diez minutos antes de que comenzará la ceremonia llegó nuestra pequeña Paula, en brazos de su mamá (Belén). Estaba dormida y con una expresión muy dulce, totalmente ajena a todo el bullicio que había a su alrededor. Mientras el pobre padre (Miguel) tenía que cargar con todos los cacharros que un niño pequeño necesita. Si al peso de los cacharros unimos la corbata y los treinta y tantos grados, os podeis imaginar como estaba el pobre.

Rápidamente los abuelos se acercaron para ver a la pequeñaja, la cuál seguía dormitida. Es genial ver siempre a los abuelos, ya que siempre se les nota una alegría especial cuando ven a sus nietos…

Rápidamente se acercó la madrina (Tere) para ayudar a la mamá y cogió en sus brazos a Paula. Mientras el padrino (Luis), intentaba sacarle una sonrisa a la pequeña.

Mientras que llegaba el momento de entrar, los padres saludaban al resto de los invitados, tarea bastante dificil ya que la plaza estaba llena.

Comenzó la ceremonia, la cual fue bastante seria, a pesar de la cantidad de gente que asistió. En la iglesia no cogía un alfiler.

Paula no se despertó hasta que el párroco le dio los santos óleos.

Además cuando recibió el bautismo con el agua, tampoco lloró.

Al finalizar la ceremonia aprovechamos para hacer unas fotos junto a la pila, que según comentó el párraco esta era del siglo XIV.

A la salida de la iglesia todos los invitados ya estaban más relajados y no paraban de charlar muy animadamente entre ellos. Mientras Paula pasaba de brazo en brazo, ya que todos querían tenerla y sobre todo hacerse una foto con ella.

Cuando la Plaza ya quedó un poco más tranquila hicimos nuestra foto típica con todos los invitados. La cual resultó muy divertida…

Rápidamente junto con todos los invitados nos acercamos hasta la Estación de los Porches lugar elegido por los padres de Paula para la celebración. Allí les esperaban el resto de los invitados los cuales por diferentes razones no habían podido acercarse hasta la iglesia.

La comida fue muy tranquila y sobre todo muy elogiada por los invitados, ya que el menú elegido por los padres fue estupendo.

En la sobremesa, tanto la madrina como el padrino, repartieron los regalitos y los puros, que junto a unas piñatas para los primos pequeños, fueron las notas más altas de una agradable tarde en familia.